Ya lo decía Albert Einstein; “cuanto más sabemos, menos entendemos” y es que, cuanto más medios e información tenemos, menos capacidad para gestionar todo, ya sea por estrés o incapacidad.
Además de la incapacidad para gestionar la información, también poca memoria selectiva, para olvidar que no hace mucho tiempo parecíamos vivir mucho más felices con lo poco que teníamos, al menos antes que la tecnología irrumpiera fuerte en los hogares, cuando se criticaba que la tecnología no tendría cabida como ha acabado teniendo. El ser humano es el único animal que tropieza varias veces con la misma piedra porque habla sin tener nada que decir.
El exceso de información y la falta de capacidad o memoria selectiva, provoca la pérdida de objetividad de la libertad de expresión dividiendo las opiniones subjetivas. Distorsionando la realidad y afectando a la priorización de ideas o intereses.
Todo el mundo es libre y respetable de pensar y actuar como mejor crea, pero también es cierto que nunca nadie llegamos a pensar ni actuar adecuadamente porque estamos en constante evolución mientras vivimos. Ni el más ignorante es peor por no saber que no sabe, ni el más inteligente es mejor aunque lo avale un documento o referencias. Es más, las referencias, referenciadas por personas que tampoco son mejor ni peor, tan solo expresan su visión subjetiva tan variable al nivel de objetividad proporcionalmente a la experiencia que tengan. Y hasta la fecha del juicio final por la noche a última hora, nadie sabe más que el destino, ni siquiera el propio destino sabe más que sí mismo, porque no está escrito y depende del presente.
Comprender esto, creo, es vital para marcar la diferencia de comprender lo que se aprende o desaprende de lo que se ignora. De lo contrario, prefiero ser un especie fuera de catalogación con sus propias pautas poco ortodoxas pero efectivas que, verme obligado a actuar según unas pautas, aunque aceptadas, pero de dudosa moralidad que con el tiempo acaban afectando a la reputación y a la autoestima de los seres vivos “razonables”.