Mindfullness para asmáticos

Sufrir una enfermedad o anomalía cardio respiratoria puede ser un fastidio para quién la sufra, proporcionalmente a la gravedad del paciente y los cuidados necesarios.

Desde mi experiencia asmática desde bien pequeño, por alergia al ácaro del polvo y a la humedad,  he sufrido crisis asmáticas estacionales en primavera y otoño. Durante la fase de adultez, entre los 20 y los 40 años, he esquivado la enfermedad, al menos su gravedad cuanto menos, gracias al deporte en cierto modo. Pero recién, desde la última pandemia viral del Covid-19, no se si por el contagio del virus, de las vacunas propiamente dichas o por la edad, que todo suma o resta con los años. El caso es que he notado una decadencia de mi sistema cardio respiratorio, sufriendo de nuevo crisis asmáticas estacionales algo más repetidas, lo cual me dejaba sin ganas para combatirlo haciendo deporte incluso.

Cada paciente tiene su librillo de cómo combatir sus anomalías crónicas, no es ninguna ley escrita ni comprobada científicamente pues, lo que a cada uno le funciona, no funciona a todos. Pero, a veces tampoco funciona la propia ciencia, por muy verificada que esté, al fin y al cabo, nadie conoce su propio metabolismo como uno mismo, o debería.

Así pues, mi clave para controlar la respiración durante las crisis asmáticas, desde bien pequeño, confirmado y comprobado en la adultez es, en resumen, las prácticas conocidas como mindfullness o meditación. Incluso, hay que tener una filosofía de vida de vida estoica, porque no es fácil controlar una situación de supervivencia cuando tus órganos vitales están al filo de la muerte.

No es algo sencillo de aplicar ni controlar, evidentemente, pero no imposible con la mentalidad adecuada. Se trata de pensar que se trata de vida o muerte y mantener la calma para centrarse en los accesos de aire de la respiración.

Respira despacio para evitar ahogarte deprisa.

Reconozco que me gusta el estado febril porque es como si sintiera que entro en una dimensión cuántica que me ayuda a tener una espècie de meditación desvariada, aunque lógicamente no es plato de buen gusto la sensación de asfixia, pero a grandes males, grandes soluciones. Siempre y cuando no dispongamos de atención médica urgente o mientras esté en camino.

Personalmente, cuando me he encontrado en una situación de insuficiencia respiratoria o crisis asmática, lo primero es tratar de controlar los nervios, porque son la única cosa que no puedes recuperar perdiéndolos, no hay más.

Acto seguido, centrarse en la respiración y las pulsaciones, para facilitar la mayor posible entrada de aire calmada pero constante, si disponemos de un ventilador cerca o aire fresco nos puede servir de ayuda.

Dependerá de cada persona retomar el control, en mi caso al menos, puedo tardar en controlar la situación respiratoria entre 30 y 45 min. Y, sobre todo, mucho reposo y evitar situaciones de excitaciones hasta que se estabiliza las pulsaciones, al menos un par de días.

Para controlar la respiración, mantendremos la calma, haciendo caso omiso a los pensamientos de la evidencia urgente que ya estamos tratando de controlar, trataremos de respirar la nariz, abriendo las fosas nasales con ayuda de los dedos separando las mejillas hacia afuera, haciendo inhalaciones nasales lentamente y lo más pausado posible, tratando de cambiar los pensamientos derrotistas inevitables por pensamientos de calma (esta es la parte que tiene su encanto, a pesar del desvarío acompañado de los nervios la sudoración y en ocasiones fiebre).

Trataremos, también, más que de llenar los pulmones, que eso podrá resultar casi imposible dadas las circunstancias, tratar de respirar con el estomago, para quitar presión a los pulmones, cada 5 respiraciones podemos intentar una respiración pulmonar, para ver si logramos descongestionar un poco los pulmones. De esa manera y con paciencia, iremos descongestionando los pulmones y recuperando la respiración controlada. Un pequeño truco para evitar llegar a la asfixia, es toser de manera corta y seca, para evitar paradas cardio respiratoras y facilitando la entrada de aire, vendría a ser una especie de auto electro-shock manual. También es útil para evitar infartos.

Sobretodo, es importante mantener la calma en todo momento, de lo contrario entrar en pánico provocaría, precisamente, el efecto contrario al hiperventilar más deprisa.

Este ejercicio lo podemos practicar en nuestra rutina diaria de ejercicios, para mejorar el control de la respiración, es la practica de la meditación o mindfullness tras finalitzar alguna actividad cardiovascular como ciclismo, natación y/o caminatas.

La meditación nasal es una practica, no solo cuestión de vida o muerte para asmáticos sino recomendable para cualquier persona y especialmente deportistas, que quieran aprender a mejorar la respiración a través de la nariz.

Existe un remedio farmacéutico desde algún tiempo para mejorar la respiración, evitar los ronquidos, dormir mejor y, que recientemente se ha extendido también en la práctica deportiva, que ayuda abrir la respiración nasal sin necesidad de usar las manos, algo útil a la hora de dormir y relajarse más despreocupadamente.

Se trata de una tiritas nasales que se aplican encima de la cavidad nasal y abren los orificios sin obstrucciones naturales. Existen diversas marcas, aunque la más popular y extendida es Gudslip. También existen una tirita para tapar la boca y así evitar la respiración vocal y facilitar la nasal, aunque esto no es demasiado aconsejable, sobretodo hasta que se aprenda a controlar la respiración, es más importante aprender a controlar que forzar, para evitar asfixias innecesarias.

Tiras nasales Gudstripe


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