Preparando la mochila

Nunca sabes de qué terreno calza una carretera, camino o pista hasta que las recorres en bici o caminando. Dicen que; «buen ciclista, mal caminante y viceversa«, algo tiene de cierto cuando te enfocas en una sola disciplina, lo que sí es cierto es que ambas disciplinas son las más antiguas de la humanidad.

A pesar de haber construido máquinas y combustiones para mejorar la velocidad de desplazamiento, a lo largo de los años, al final se ha llegado a la conclusión que el ejercicio físico es más saludable para mejorar la calidad de vida.

La mochila que más pesa no es la que cuelga de la espalda.

Aprovechando las aventuras de viajar con perro y los paseos cotidianos, el próximo Kanino de Kemix me he decidido por cambiar las calas por las botas y la bici por la mochila. La autosuficiencia es la misma, aunque en esta ocasión habrá que afinar un poco más el peso, ajustando el equipaje al número de días, tipo de terreno, estación, desnivel, distancia y clima.

La ventaja de caminar es que no necesitaremos herramientas como en la bici, un lastre importante. En época primaveral el clima no es drástico, aunque puede ser cambiante. El calzado será más relevante que yendo en bici, por el impacto que representa. Tienda ultraligera o tarp puede ser determinante en el peso y volumen de la mochila. Saco, esterilla, chanclas, cantimplora 1L y un par de mudas serán suficientes.

El avituallamiento, aparte del campingaz, alguna bolsa de pasta, lata de conservas y algún fruto seco de emergencia, la comida y cena será mejor comprarlas al día, por las poblaciones de paso. Como mucho llevar el pienso del perro, para evitar cambiarle la alimentación repentinamente, contando que a medida que pasen los días y se vaya gastando la comida iremos aligerando peso, proporcionalmente al cansancio acumulado también.

Los accesorios caninos no son menos importantes, quitando la esterilla que deberá ir colgada de la mochila, el resto de accesorios pueden ir perfectamente repartidos en las alforjas caninas. Incluso, los sobres de alimento húmedo complementario, incluida un par de dosis de alimentación, para compensar el peso a ambos lados. En total, unos 10Kg en la mochila humana y otros 4Kg en las alforjas caninas, respetando aproximadamente ese 10% respectivo de cada metabolismo.

Por último, solo queda ser constante con los entrenos cotidianos, para quienes tenemos una base de años practicando deporte, es más sencillo. Para el resto, con un par o tres de meses de iniciación progresiva, de menos a más, será suficiente. No obstante, como aficionado al cicloturismo y «mal caminante», aunque los paseos cotidianos con el perrete por la montaña son un plus muy importante, me tomaré el entreno con la motivación y la ilusión de un principiante. En eso consta renovar y cambiar rutinas de vez en cuando, para mantener la pasión y la condición.

Rutina:

5km diarios / 10Km de ciclopaseos los sabados y 20Km de caminata los domingos. Combinando ejercicios de fuerza, cardio y pilates en el gym o casa con la App BestCycling, por las tardes, 4 días a la semana y 1 día de entrenamiento invisible para relajar, alternando días discontinuos o cada días, uno de relajamiento.

Itinerario y material:

La segunda semana del mes próximo, publicaré el post con la hoja de ruta de la aventura pertinente; viajando con perro y cruzando fronteras. Cualquier duda o pregunta podéis dejarla en comentarios.

El material usado se puede consultar en mi perfil de afiliación de Decathlon (no tiene ningún coste adicional, al contrario, si os interesa algún producto os beneficiaís del descuento pertinente, además de ayudarme a seguir creando contenido).


Descubre más desde The Kemix

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.