Los 5 sentidos para ir a la aventura

Los cinco sentidos son de los pocos y suficientes elementos en los que merece la pena invertir en calidad, sin escatimar en minimalismos, por el bien de la salud física y mental. Aunque con cierta consciencia y preferencia de las limitaciones económicas también, no es plan de gastarnos el presupuesto en el equipo y luego no poder desarrollar la actividad respectiva.

Lo más inteligente, y probable, es que podamos utilizar algún material que ya dispongamos y no le hayamos dado demasiado uso. De esa manera, nos saldrá más económico y amortizaremos materiales perfectamente aptos y/o que en su día no amortizamos lo suficiente.

Para viajar no necesitamos más que aire en nuestros pulmones,

un par de hojas en blanco y aceptar la vida tal como viene.  

Mis recomendaciones se tratan de unas anti recomendaciones muy generales, porque hay elementos o accesorios como el de los cinco sentidos, que encuentro muy atrevido y gratuito hacer ciertas recomendaciones en base a experiencias muy personales. Por lo que me voy a basar en compartir objetivamente lo que a mí me funciona y que podría orientar a otras personas según sus necesidades y el interés en común que puedan tener.

Nota importante: todas las recomendaciones indicadas, en este u otro post, son las que hasta la fecha me funcionan y pueden verse modificadas y actualizadas en la medida que voy renovando el material.

El primer elemento, es el más delicado de todos y por lo tanto el más subjetivo de todos, porque no todo el mundo tiene la misma vista de lince o de topo. Es necesario proteger la vista en ciertas circuntancias y de ciertos elementos, principalmente del viento, que puede arrastrar objetos o cuerpos indeseados o directamente ser una molestia según la fuerza del mismo. Y, también, del reflejo de los rayos UV del sol, por supuesto ni que decir evitar la exposición directa. Unas gafas monocromáticas y ergonómicas será la solución ideal para proteger de día, de noche, con niebla, con inclemencias y hasta de relax.

El segundo elemento, es tan importante proteger el rostro de las condiciones adversas del frío como del calor e incluso el ruido. Del ruido es tan simple como utilizar algún tipo de orejeras o bandana (más conocido coloquialmente como “braga”), a modo bufanda o capucha ninja. Hay de muchos tipos, están desde los más conocidos internacionalmente como la marca Buff, como otras marcas variadas como en el grosor y material del tejido. Los tejidos más finos, como los Buff, son más recomendables con buen tiempo y los más gruesos con tiempo frío. Por razones evidentes.

El tercer sentido, nos referiremos al confort del tipo de ropa y abrigo que usemos, por lo que puede ser un tema técnico tan extenso como variado en cuestión de gustos. En función del clima, en previsión de… y sin fiarnos demasiado del periodo estacional, teniendo en cuenta que el cambio climático ha dado un giro a las estaciones, tal y como lo conocíamos hasta la fecha.

Para actividades físicas y de aventura, es recomendable usar tejidos más técnicos y ligeros, como la licra o el nylon, o lana merino con tiempo más fresco, que ocupan poco volumen y se seca en poco tiempo. En travesías es portante seguir la regla de las tres capas; camiseta, corta o larga, polar y cortavientos o plumífero. Según la estación dependerá el grosor, pero una elección génerica puede ser camiseta corta o sin mangas, camiseta térmica de manga larga y un forro polar o sudadera.

El sentido del gusto puede ser tan variado y sibarita como el propio gusto y costumbres pero, en definitiva, se trata de ser minimalista durante las aventuras o entrenos, dejar a un lado lo gustos refinados o turísticos para las ocasiones especiales o más concretas. Anteriormente escribí algunos consejos de superviencia para aprovechar los recursos naturales que nos provee el camino, asi como algunas recetas fáciles que aportan energía y carbohidratos básicamente.

El quinto y último de los cinco elementos básicos de la supervivencia es el del calzado, antiguamente los bípedos caminaban descalzos pero con el paso del tiempo ha mejorado muchísimo la protección de los pies, a pesar de la desnaturalización de la pisada. En el proceso intermedio se recomendaba usar un calzado cómodo y amortizado durante la planificación de viajes. Con el tiempo ha mejorado tanto el confort de los nuevos calzados que ya no es tan importante amortizar un calzado sino l necesidad y el confort aunque se estrené, aunque un par de puestas no nunca vienen mal.

Personalmente, para los que practicamos varias disciplinas conjuntas como caminar, ciclismo y cicloturismo, es imprescindible un mínimo outlet con 3 pares e zapatillas diferentes; zapatillas de running, trail o trekking, zapatillas con calas y unas zapatillas híbridas que pemitan caminar y encalar simultáneamente evitando lesiones y desgastes innecesarios.


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