La clave de una buena comunicación está en aprender a comunicar, de un modo que se entienda el mismo mensaje, por todas las interpretaciones para que no lo puedan tergiversar.
La clave de una buena comunicación está en aprender a comunicar, de un modo que se entienda el mismo mensaje, por todas las interpretaciones para que no lo puedan tergiversar.
Todos tenemos el mismo derecho a respetar como queremos ser respetados y la obligación a formarnos si es preciso.
Las penurias motivan la creatividad y la ausencia de necesidad corre el riesgo de estancarse, porque quién siente que no tiene nada, no tiene nada que perder.
El auténtico valor de las acciones no está en la fortuna y gloria del exterior, sino en la nobleza de las intenciones.
Tanto la voz como la mirada delatan su encanto por naturaleza.
Cuando haces las cosas de corazón, la gente no te debe nada pero la vida te devuelve un montón.
En realidad, si lo pensamos bien, nadie puede hacer daño y todos permitimos que nos lo hagan.
La educación y la convivencia depende de todos los seres que conviven en un mismo ecosistema, rural, urbano o natural, y el cumplimiento de las normas debe ser recíproco.
¿Cómo detectar a una persona narzisista y “Como descartar que no sea yo quién tenga un trastorno”?
No me importan las vidas ajenas, pero me importa que se entrometan en ellas.
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