El mejor tributo es la empatía porque nadie es dueño de nadie ni nada, al estar de paso por la vida.
El mejor tributo es la empatía porque nadie es dueño de nadie ni nada, al estar de paso por la vida.
No siempre recibes lo que das pero, lo que das y como lo das, dice cómo eres y eso es lo que de verdad cuenta.