Todo el mundo tiene un amigo, pariente, conocido… que sea informático o lo suficientemente entendido para pedirle ayuda en algún momento de crisis tecnológica. Y seguramente la mayoría le haya escuchado decir, alguna vez, eso de que todo “cliente” de un informático con un grado de parentesco o amistoso dignamente de confianza tiende a ser la ruina del negocio. Quizá tenga mucho que ver el dicho de no mezclar trabajo con vida personal, y efectivamente, poco tiene que ver el tiempo que dedicas a ganar el pan con el sudor de tus dedos, con el tiempo que dedicas a las personas que quieres.
Que el trabajo dignifica al hombre, es una realidad como un piano. Porque, si hay algo más satisfactorio que trabajar, es hacer lo que te gusta y, además, prestando un servicio a la comunidad que, posiblemente, repercuta en otro servicio más. Y así, es como se genera una cadena colectiva para sobrevivir.
Pero no todo es trabajar, también hay que saber desconectar y complementar la pasión por sobrevivir con la pasión de vivir practicando algún hobby. Pero la mente emprendedora de un informático siempre está maquinando nuevas formas de mantenerse activo. Quizás por eso, se dice que los informáticos somos “freaks” por naturaleza, una palabra que deriva precisamente de la tecnología y que no deja de ser una mera catalogación, catalogación para definir algo que nos gusta obsesivamente o que tenemos vocación por ello, en este caso la informática.
También me gustaría matizar que Informática en sí hace referencia a varios campos; hardware, software, redes, telecomunicaciones, sistemas, periféricos, dispositivos, controladores, soporte in-situ, por teléfono o remotamente (vía conexión), tecnologías de la información y del almacenamiento como el BIG DATA, etc.
Tampoco me olvido de la programación que, aunque se suela englobar dentro de la misma rama de la informática, la verdad es que pertenece a otra rama no muy distinta pero más centrada en lo que serían las entrañas de la informática e incluso la microinformática. La programación está basada en la creación del propio software o acciones del hardware, a través de variables y algoritmos para diseñar aplicaciones que se encargue de documentar y organizar tareas del software que, a su vez, posteriormente controla el hardware.
Informáticos y Programadores son poco como los médicos y los cirujanos, en sus respectivas especialidades, claro está!
Por un lado, los informáticos, que son los que tratan más el campo de la microinformática, los desplazamientos y la atención al cliente, serían como los médicos, que son más cercanos al público reparando o medicando (respectivamente) pero no tan especializados como los programadores o cirujanos que se encargan programar o recomponer los órganos vitales para que la vida se abra camino.
El mundo de la programación fue una de las primeras materias que me interese en aprender, y quizá no descarte en un futuro para seguir abriéndome puertas, pero tras darme cuenta de que era un mundo demasiado complejo formado por las variables, me decanté por un trabajo igualmente tecnológico pero más práctico y servicial si cabe, la microinformática. De pequeños todos nos preguntamos que seremos de mayores hasta que surge cualquier iniciativa que nos cambia la vida, y a partir de entonces el universo empieza a conspirar en nuestro entorno para que sigamos desarrollando nuestra marca personal hasta convertirla en profesional.
En resumen, un buen informático, como en cualquier otra profesión, ni nace ni se hace, es aquél que entrena las aptitudes vocacionales aprendiendo y manteniendo la motivación del primer día, para mantenerse actualizado con el desarrollo y la formación pertinente.