Estrenamos año nuevo, y no solo por este motivo, también vida nueva, porque cada día que pasa hay que reinventarse cada día, para vivir y renovar la motivación por luchar cada día por nuestras metas, y que mejor que empezar el año con una buena acción.

Efectivamente, me he dado cuenta que estoy enfermo desde hace tiempo, me pone enfermo que desde el primer mes de enero el mundo está mal repartido, guerras, pobreza, psicopatía, intolerancia y un sin fín de malos hábitos que provocan lo que conocemos como enfermedades. En sí las enfermedades no existen como tal, según mi teoría es la perspectiva negativa de la vida o que no nos gusta, evidentemente. De todas formas, todos los seres vivos envejecen y mueren cuando cumplen su función, no obstante, mientras hay vida siempre hay esperanza, puesto que ni siquiera la medicina tiene el remedio absoluto para todas las enfermedades y, aunque manteniendo unos buenos hábitos es la mejor medicina natural, cualquier ayuda científica para mejorar es bien recibida.

Es por ello que la ONG Médicos sin Fronteras, en colaboración con diversos famosos, han lanzado una campaña para mirar de concienciar a la población y obtener un mínimo beneficio para ayudar a los más desprestigiados, cosa que a pesar de utilizar el marketing consumista, me parece perfecto. Puesto que para estas causas solidarias, con ayuda de todos, puede ser muy satisfactoria para todos, así que está bien empleado cualquier método de recolecta que sea para bien.

Aunque a priori parece pastillas de menta para chupar sin más, sin cura ni tratamiento aparente, realmente su fin es para ayudar con la donación de un euro que cuesta, como cualquier caja de pastillas para la garganta y además más barato. La cura del tratamiento de estas pastillas es un placebo para la ansiedad que sufrimos las personas con el mal ajeno de otras personas, y sobretodo de ver y/o sentir su sufrimiento y no poder hacer nada, o de ver en todo caso, como a través de quienes intentamos ayudar, nos llenamos de impotencia al quedarse la ayuda a medio camino. Pero estas pastillas tienen la garantía, de Médicos sin Fronteras, de que harán llegar tu aportación para comprar la medicación básica que necesita mucha gente sin recursos.

Ellos ya han aportado su granito, yo… también, ahora faltas tú, a que esperas?

¡¡¡OS DESEO UN FELIZ AÑO 2010!!!