La clave de la felicidad está en buscar siempre el lado bueno de las cosas y de las personas. Porque todos y cada uno tenemos las características únicas que aportar nuestra misión al ciclo de la vida.

Por ente, si hay algo o alguien que, en lugar de sacar tu luz te la absorbe, hay que huir lejos sin mirar atrás, por el bien de la integridad física y moral de no consumirse en la mediocridad de mendigar apego.

Porque suficiente cosas malas nos suceden ya en la vida, al igual que las buenas, como para encima dejar que nos influya la negatividad de la gente que no sabe controlar sus emociones, no hay necesidad de pasarlo mal. Hay que adaptarse a una actitud positiva para filtrar las energías negativas lejos de nuestro entorno.

La palabra “Excélsior” proviene del latín y significa “Excelencia” haciendo referencia a adoptar una actitud optimista frente la vida. Representa, también, la libertad de Gran Bretaña representado por la Diosa Justicia e incluído en el escudo del Gran Estado de New York. Además, el emblema utilizado de la flor de lis, es utilizado por el grupo de supervivencia de los ‘Boys Scouts’.

Y, personalmente, como comparto esta filosofía de actitud positiva, la he adoptado mezclandola con una variante de la flor de Lis. Símbolo reconocido por varias culturas como un símbolo de grandeza o realeza, aunque personalmente me quedo más con el significado que se asocia con la Orden del Apóstol Santiago para proteger a los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago.