El tiempo corre a favor y en contra de todos, dependiendo la intención de las acciones. respectivas.
El tiempo corre a favor y en contra de todos, dependiendo la intención de las acciones. respectivas.
Si eres bueno, los malos se aprovechan de tí y si eres consciente, acabas ofendiendo a los buenos que no saben aplicar limites.
Más vale una risa fingida al principio que desencadene un buen hábito por el resto de nuestra vida, que permanecer con «cara de acelga» por el resto de la eternidad.