Si nos esforzamos todo lo que podamos en explorar el lado bueno de las cosas, puede que alcancemos nuestras metas o no, pero lo que está claro es que solo intentarlo ya merece la pena y nos aleja de la procrastinación.
Si nos esforzamos todo lo que podamos en explorar el lado bueno de las cosas, puede que alcancemos nuestras metas o no, pero lo que está claro es que solo intentarlo ya merece la pena y nos aleja de la procrastinación.