Todos tenemos el mismo derecho a respetar como queremos ser respetados y la obligación a formarnos si es preciso.
Todos tenemos el mismo derecho a respetar como queremos ser respetados y la obligación a formarnos si es preciso.
Hemos construído una zoociedad elitista que se cree con derecho a modelar al individuo con el requerimiento de que madure. Y cuando este, al fin, encuentra su lugar es repudiado si no cumple con los requisitos tergiversados de inferioridad.
Debemos actuar como nos gustaría que actúen con nosotros mismos, incluido los animales, independientemente de nuestros miedos para transmitir nuestros principios sin necesidad de predicarlos.
¿Porque nos empeñamos en censurar lo que nos gusta, mientras nos dejamos la vida por satisfacer a los demás, especialmente sino nos compensan?
Los amigos, de verdad, no sólo aconsejan, también actúan. Hablan menos y actúan más sin esperar nada a cambio o dar explicaciones innecesarias.