La grandeza de un perro no se juzga por su tamaño, sino por la nobleza de su corazón.
La grandeza de un perro no se juzga por su tamaño, sino por la nobleza de su corazón.
Cambiar el hábitat de los animales por dependencia o capricho es una forma de humanizar e incluso de maltrato animal. Cada ser vivo es especial gracias a las habilidades naturales que le dota la naturaleza, no el humano.