Últimamente se habla mucho de las habilidades sociales y es que, al parecer, solo hace apenas 20 años que se ha descubierto el estudio científico de las investigaciones cientificas de la neurociencia. Pero en realidad, hace muchos miles de años más que existe, porque los antiguos pensadores y filósofos, incluso tribus enteras, ya usaban dicho potencial para observar los fenomenos terrestres, como la astrología, para hacer averiguaciones que favorecerían los avances actuales. Algunos avances de la antiguedad siguen siendo un misterio aún y para los avances actuales.
Las HHSS son un conjunto de hábitos, tanto conductas como pensamientos y emociones, que nos permiten comunicarnos con los demás de forma eficaz, mantener relaciones interpersonales satisfactorias, sentirnos bien, obtener lo que queremos y conseguir que las personas no nos impidan lograr nuestros objetivos.
Las personas socialmente hábiles son positivas y tienen una mente receptiva, buscan sus propios intereses, pero también tiene en cuenta los intereses y sentimientos de los demás, y cuando entran en conflicto trata de encontrar, en la medida de lo posible, soluciones satisfactorias para ambos sin esperar nada a cambio. Porque ayudar al prójimo, es una inversión de futuro ayudandose a sí mismo.
La asertividad es una parte esencial de las HHSS. Podríamos definirla como una actitud de autoafirmación y defensa de nuestros derechos personales, que incluye la expresión de nuestros sentimientos, preferencias, necesidades y opiniones, en forma adecuada; respetando, al mismo tiempo, los de los demás. Observando las señales para anticiparse a los hechos antes que ocurran, especialmente cuando sean conflictivos, observando y analizando la situación para ser lo más objetivamente precisos con las palabras y hechos demostrados.
La Asertividad no pretende lograr lo que uno quiere a toda costa, ni menos aún, controlando o manipulando a los demás. Al contrario, la asertividad pretende ser persuasiva ayudándonos a nosotros mismos a desarrollar nuestra autoestima para mejorar la comunicación interpersonal, haciéndola más directa y personal aprendiendo a comunicarnos con empatía, para afrontar la circunstancias de la vida (especialmente los momentos complicados y/o tóxicos) sin acrítudes defensivas. No solo con lo que decímos, sino siendo coherentes con lo que expresamos en nuestro lenguaje corporal, porque el 80% de lo que decímos no sale de nuestra boca.
En realidad, las HHSS solo son el principio del gran poder mental que hay por desarrollar en toda está parafernalia psicológica. La anticipación de los hechos y la conexión inteligente a través de las emociones. Anticiparse a los hechos no tiene nada que ver con la videncia y la futurología, sino, más bien con la neurociencia. Se trata de saber conectar con nuestro ‘yo interior’ y el entorno a través de los pequeños detalles. Requiere tiempo y voluntad sin mayor complicación, practicando la observación y la meditación en soledad. Una vez aprendamos a controlar nuestras emociones podremos aprender a controlar las habilidades sociales que nos permitirán conectar con el resto de personas.
Gracias al conocimiento que nos aporta la experiencia de observar y meditar, aprenderemos a focalizar nuestros objetivos haciendo lo que más nos gusta, convirtiendo nuestros propósitos en una virtud y nuestras carencias en superación de los defectos para salir de la zona de confort. Sin esperar nada a cambio, simplemente por la satisfacción personal de superarnos a nosotros mismos sintiéndonos útiles aportando nuestro humilde granito a la sociedad, por pequeño que sea, es todo un logro y mejor que nada. Esforzándonos con optimismo, al principio, en convertir la rutina como si fuera algo divertido, hasta que el esfuerzo se vuelve un hábito y la rutina deja de ser rutina, a pesar de ser rutina (valga la redundancia).
Incluso, en las situaciones conflictivas, hay que improvisar un plan B, e incluso, un plan C, D, E, F, G, y todo el abecedario si es preciso. Se trata de tener iniciativa y proactividad, cambiando el plan las veces que haga falta, pero sin cambiar la meta.