Los pedales de una bicicleta podría decirse que son los pistones de un motor, y las piernas el motor que hace subir y bajar esos pistones. Al parecer, existe cierta controversia con la variedad de pedales que hay en el mercado, así que voy a escribir un post con mi experiencia y opinión personal al respecto, durante media vida de pedaleo a mis espaldas desde que quitaron los ruedínes.
Existen 3 tipos de medida para pedales;
Inglesa, /16 *20 tpi, 14,2 mm diámetro, 20 hilos por pulgada, es el tipo universal para la mayoría de bicicleta actuales MTB, carretera y paseo.
Francesa M14*1,25, 14 mm de diámetro, 1,25 hilos por mm. utilizado en bicicletas de carretera de hace tiempo, se podría instalar pedal de rosca inglesa realizando rosca correspondiente y pasar de 14 mm a 14,2mm siempre que el material sea de buena calidad.
Americana 1/2 *20 utilizado en bicicletas de bmx y bicicletas estáticas
El primer tipo de pedal es obvio que es la tradicional plataforma plana, puede y es recomendable que tenga sus ondulaciones para que se agarre mejor a la zapatilla. Puede ser de diversos materiales, el más típico de plástico, puede ser de metal, hierro o acero inoxidable, poco recomendables para evitar pequeños e inevitables accidentes en la espinilla que son muy dolorosos.

El segundo tipo de pedal son los pedales automáticos o semiautomáticos para MTB/BTT o carretera. Hay varios modelos según el fabricante, el modelo más extendido para MTB/BTT es el SPD de Shimano y los KEO para carretera de la marca Look.


Pedales semi-automáticos y automáticos
Los de MTB/BTT pueden ser con el ajuste automático únicamente, o bien, mixtos, por un lado automático para enganchar la cala y por el otro plataforma tradicional. Es el sistema cada vez más extendido y recomendable por la seguridad que conlleva para evitar lesiones de rodillas, ya que fija el pie con la mínima movilidad acompañando al movimiento del pedal tirando de él de la misma manera cuando empuja, ejerciendo la misma presión para ganar resistencia. Ajustando previamente las calas (lengüetas que van sujetas a las zapatillas mediante tornillos) a la medida lo más centrada a cada respectivo pie, generalmente, en la parte del ante pié, para realizar más fuerza por efecto pronador. Los pedales KEO para carretera hemos de destacar 3 colores, en función de la experiencia del ciclista; negras para profesionales ya que la rotación de fijación es del 0º para evitar movimientos, grises para amateurs con una movilidad de rotación de 4,5º y las rojas para iniciación o, que por algún tipo de lesión se requiere mayor movilidad para descansar, con una movilidad de rotación de 9º.


El tercer tipo de pedal, son las plataformas tradicionales con rastrales o calapiés, pueden incorporarlo directamente o adicionalmente con la bicicleta. El rastral son unas correas que ajustan el pie al pedal para que no se mueva, y el calapiés es una plataforma con forma de puntera donde se introduce la punta del pie y puede llevar rastrales para mejorar la sujeción del pie al pedal junto al calpié. Es la opción más recomendable para patosillos y miedosos a quedarse enganchados.


Si todavía no habéis probado el pedal automático y os apasiona rodar kilómetros en bici, es cuestión de atreverse e ir perdiendo el miedo poco a poco, ajustando las calas y el tornillo del pedal para que sea más o menos suave en MTB/BTT o el color de las calas de carretera para empezar o darle más potencia en función de nuestra experiencia.
Incluso hasta el ciclista más experimentado se suele quedar enganchado por algún despiste, fallo o asincronía, la cuestión es poner los 5 sentidos en lo que hacemos, como en cualquier tarea cotidiana. Para gustos los colores pero, una vez los pruebas, no puedes vivir sin ellos, son como el cinturón de seguridad de nuestra bicicleta.
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