Definitivamente sufro el síndrome de los viajeros nómadas, llamado mapamunditis, porque cada vez se me hace más rutinario las rutas cotidianas cerca de casa y las patas me piden marcha para conocer nuevos retos remotos.
Aunque hay varias clases de viajeros, podríamos concretarlo en dos tipos;
El viajero comercial es la forma más extendida de viajar por la mayoría de personas, acorde a los nuevos tiempos. Bien sea un viaje de placer o de trabajo cómodamente en transporte público o privado por tierra, mar o aire.
Luego está el viajero itinerante, también conocido como nómada, que es la forma más primitiva y tradicional de viajar con cualquier medio, aunque principalmente caminando o en bicicleta, y quizá algún transbordo puntual en algún transporte publico o privado..
La verdad es que, solo viajando en bici por España en modo autosuficiencia, aunque sea de placer, ya otorga más autoconocimiento que viajando cómodamente en avión por varios países, sobretodo, por obligación.
¿Porqué será que somos pocos los valientes que viajamos a la aventura y nos llaman locos por la mayoría que hace turismo comercial o business?
Viajar en autosuficiencia debería ser obligatorio una vez en la vida al menos, igual que lo fue el servicio militar antes que el sistema cambiará de estrategia para esclavizar cerebros.
Se valoraría más los pequeños detalles y se preocuparían menos de los problemas del primer mundo.
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