Hace tiempo leí en una bolsa comercial de regalo, la típica frase motivadora de; «No importa cuanto te amen, sino como lo hagan«. Y es cierto, pero al margen de los tópicos normalizados, tiene muchas variantes más profundas.
Como te aman o amas no solo es amar a la máxima intensidad y ya está, decirlo, compartirlo o expresarlo. Se trata de valorar, respetar, admirar y sentirse agradecido cada día, cada hora, cada segundo, sin bajar la guardia. Quizás para algunas personas sea pedir mucho porque no están preparados todavía, pero quien está preparado lo hace sin más porque le nace del interior al encontrarse equilibrado estando en armonía con sus emociones y sin interrupciones.
Este sentimiento de agradecimiento no solo vale para el amor, también para cualquier aspecto de la vida. Se trata de aprender a ver el mundo como si estuviera desnudo, siendo transparente y honesto con uno mismo, automáticamente atraeremos armonía a nuestra vida.