El post de hoy se trata de una reflexión hipotética más que científica, aunque basada en patrones científicos, atreviéndome a entrar en terreno pantanoso con mis últimas experiencias con la salud mental y analizando algunos patrones cinéfilos de la película Múltiple. Para ubicar al lector que no haya visto la película, el argumento trata sobre un paciente con Trastorno de Identidad Disociativo (TID) y obsesivo compulsivo. Vamos, que viene con el lote completo.
Mientras veía la película me impactaba la sangre fría y la normalidad con que, aparentemente, actuaba este individuo, engatusando a sus víctimas, incluso a la psiquiatra que llevaba su caso. Lo que demuestra que las personas no cambian, únicamente evolucionan, para bien o para mal, según sus intereses y el nivel de empatía o psicopatía que se tenga para llegar a cruzar ciertos límites. Entiendo que los trastornos compulsivos y de identidad son demasiado delicados para hablar de ellos así como así, por lo que trato de hacerlo con el debido respeto y cariño que merece, especialmente, por quienes hayan sufrido tales consecuencias. Desde la ignorancia movida por la curiosidad de aportar algo de luz con una perspectiva diferente, aunque me imagino que no se me habrá ocurrido nada nuevo que no hayan pensando los especialistas.
Lo que me atrevo a especular es que los trastornos psicosomáticos del carácter de un individuo, independientemente de que estén reconocidos o no, podrían ser síntomas fallidos del potencial inexplorado y desconocido del cerebro en constante actividad neuronal por adaptarse al medio y evolucionar para sobrevivir. Ya que es tal el potencial del cerebro y la cantidad de información, consecuencias, prejuicios, etc. que recibe a diario y puede almacenar, que no somos capaces para gestionarlo sin la ayuda apropiada para equilibrar las emociones, y cada vez va a peor con el aumento del ritmo de vida que lleva el progreso de la sociedad actual. Llega un momento en el que corre el riesgo de cortocircuitar, viéndose desbordado, y llegando a provocar atrocidades en bucle que, no solo se salen de las pautas sociales, sino que, por desgracia, cruzan los límites de atentar contra los derechos de terceros.
No obstante, es parte del instinto de la naturaleza tratando de liberar todo su potencial, aunque fuera de contexto en algunas situaciones extremas debido al ritmo de vida y el progreso actual. Necesitamos soluciones de reeducación emocional urgente y más empatía para lograr gestionar nuestras emociones para que no se vean desbocadas. Porque, en muchas ocasiones podrían evitarse situaciones emocionales extremas o llegar a cortocircuitar con un poco más de concienciación y empatía por parte de la sociedad que subestima ciertas emociones al escapar de su comprensión y llegar, incluso, a discriminar intencionada o inconscientemente al individuo psicopata o víctima del mismo. En lugar de asombrarnos por la diversidad de capacidades de cada individuo, para evitar llegar a lamentarnos, deberíamos mostar más empatía y tolerancia sin esperar que el resto tenga que ser como esperemos que sea, evitando las opiniones no consentidas fuera de contexto, las envidias y las percepciones competitivas entre nosotros, únicamente competir con nosotros mismos por ser mejores personas capaces de ayudar al prójimo en la medida de lo posible. Tampoco estoy diciendo que seamos Sor Teresa de Calculta, quiero decir que podemos ser ecoístas tratando de ayudar al prójimo con el simple hecho de no juzgar sus acciones hasta tener suficiente argumentos que avalen la conciencia.
Me gustaría que, quien lea este post, dejara su feedback con la mayor objetividad posible, se aceptan tanto criticas como opiniones para llegar a conclusiones entre todos como sociedad que somos, siempre desde el respeto y el cariño. Un abrazo grande.
Muy buenas, Carlos.,
Respecto al TDI, por curiosidad y sobre todo por informarme de diferentes trastornos y así no estigmatizarlos, estuve siguiendo un canal de YouTube muy interesante, se llama Long Soul System. Habla en primera persona y también como psicóloga de lo q es este trastorno en profundidad (digo ella, para entendernos, xq realmente hay q referirse en plural, cuando sus personalidades se han integrado forman un sistema y una consciencia en común).
El origen, es por violencia infantil con tortura prolongada en el tiempo. El menor, al no poder gestionarlo, su mente se disocia a otra personalidad que sí pueda, dicha personalidad suele ser la que recuerda el trauma y es la parte persecutora (en su caso es antisocial). A lo largo de su vida, van desarrollando más personalidades, acorde con los obstáculos que se presenten y cada una tiene una personalidad completamente diferente (según los roles q cumplan).
En este tema, también hay disparidad de opiniones del gremio de los psicólogos. Pero lo q sí está claro, es que una ayuda a nivel psicológico temprana, hace que los trastornos de éste otros tipos, no se conviertan en un problema para la sociedad.
Para ello las enfermedades mentales, no deberían ser estigmatizadas y en mi opinión deberían ser más públicas a nivel informativo, para evitar el desconocimiento y la vergüenza q le
puede producir a un padre/ madre, llevar a su hijo a terapia.
Un mundo un poquito mejor es posible…y muy sencillo, sólo con información y auto conocimiento, ya habríamos dado un gran paso (hasta los prejuicios, que al final es miedo a lo desconocido, se reducirían, jeje).
Siento haberme alargado…
Un abrazo
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Interesante aporte más científico, Anaí, muchas gracias. La verdad me he sentido un poco ignorante con mi reflexión y a la vez un poco más inspirado desde la empatía. Totalmente de acuerdo en que más información sin tabúes ayudaría a empatizar más las ignorancias, aunque a veces la sobre informacion es peligrosa segun como se toca… de ahí mi reflexión, tratando de escarbar en una dimensión peligrosa, del poder y el misterio que oculta la mente humana, y como puede evolucionar o involucionar según la perspectiva y el conocimiento. Sin experiencia y sin miedo a cometer/expresar errores no hay conocimiento. Por ejemplo, el lado bueno de superar con éxito una mala experiencia te abre un abanico nuevo de experiencias (en la película Inside Out, lo representan con las islas de la amistad, de la familia, de la diversión…) te frustra cuando se hunde una isla pero si lo superas aprendes y se regenera una isla nueva más potente. Lo que faltan son herramientas emocionales, más apoyo, más empatía, en el momento que hay carencias no superadas se va agravando con el riesgo de ir desociandote cada vez más… Adversidades siempre han habido y habrán para estimularnos a salir de la zona de confort, pero creo que vivimos en una sociedad tan apalancada que, o nos ponemos las pilas o nos acabaremos derrumbando hasta la extinción. Es un poco triste y duro esto, y no digo que tenga que ser así, pero es la explicación que le encuentro…
Al margen de las reflexiones surreales, aunque no ayuden directamente, si solo visibilizan un problema para ayudar a crear consciencia entre todos y acabe aportando soluciones a través del debate, ya ha merecido la pena el desvarío jajaja un placer siempre 😊
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