(In)Con(s)ciencia a ciegas

Cuanto más consciente soy de la incon(s)ciencia social, más me cuesta hacer de tripas corazón por encubrir las complicaciones «como si fueran parte de la vida». A veces me gustaría tener el “superpoder” de olvidar fàcilmente la (in)consciencia, luego recuerdo que el tiempo acaba poniendo a cada uno en su lugar y se me pasa.

Solo sé que no soy nadie mejor ni peor que nadie para aprender a desarrollarme personal y profesionalmente de igual manera que el resto, y viceversa. #ReflexionesNinja

Porque no se trata de «dar raquetazos» ni buscar culpables, sino de buscar soluciones asumiendo responsabilidades. También, me niego a pensar que haya cosas que sean parte de la vida natural, precisamente por el hecho de crearlas no son ni dejan de ser, como si no se hubieran creado o se hubieran creado otras mejores alternativas. Es evidente que lo creado, creado está, pero si es algo que no aporta no es necesario seguir creándolo o recordándolo porque entonces le estamos aplicando la inmortalidad.

Hay que aceptar desde el interior de uno lo que está bien y aprender a soltar lo que está mal, sin medias tintas o falsas apariencias ni mucho menos proyecciones ajenas para despistar. Porque tarde o temprano acaba explotando y cuando explota donde no debe, se van acumulando más hábitos improcedentes que pueden acabar con la extinción de un hábito o, incluso, de una especie si no se reeduca a tiempo. Y lo mejor o peor de todo es que no engañamos a nadie más que a nosotros mismos.

¿Qué debe ocurrir para tomarnos la vida en serio, y dejar de procrastinar o de lamentarnos por aconsejar a la gente buena que a “pase página” de algún problema para no darle la importancia que con el tiempo acaba siendo inevitable, en lugar de tomar cartas en el asunto directamente con el problema causante o nuestra vida? 

Lo único seguro que ocurre es que la vida recuerda las lecciones pendientes a quienes las reprochan por “hacer oídos sordos” a la evidencia encubierta. Siempre se nos pueden presentar problemas de todo tipo con cada adversidad pero, si además nos preocupamos más de lo necesario creamos otro problema añadido que resolver, teniendo que aplicar más energía de la prevista, con las consecuencias de salud física o psíquica que ello puede acarrear.

Lo único que forma parte de la vida es que todo lleva un proceso y es cuestión de tiempo que se cumplan nuestras respectivas elecciones. Disfrutemos del proceso y reventemos las posibilidades, porque cuando lleguemos a la meta será demasiado tarde para lamentarnos.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.