Quién tiene un amigo, tiene un tesoro y si no… se lo inventa.
Quién tiene un amigo, tiene un tesoro y si no… se lo inventa.
La vida es como montar en bicicleta, para seguir adelante hay que pedalear. Y si nos caemos, hay que levantarse, curarse las heridas y/o sacudirse el polvo, y seguir pedaleando.
Cuanto más consciente soy de la incon(s)ciencia social, más me cuesta hacer de tripas corazón por encubrir las complicaciones «como si fueran parte de la vida». Sin considerarme mejor o peor soy capaz de superarme y ser feliz, todos pueden a su respectivo ritmo.
Si no somos capaces de decir nada más inteligente que el silencio, mejor quedarnos callados.