La tienda de acampada no solo es una casa, es una compañera y hasta maestra. Te enseña que no siempre se trata de estar cómodos, sino de saber adaptarse. Y que un hogar no es solo cuestión de cuatro paredes paredes y un techo, sino de cómo se vive dentro.

Una de los mayores placeres del cicloturismo es poder viajar con la casa a cuestas para ser lo más autosuficiente posible y conectar con el entorno. Dependiendo de la modalidad que escojamos, podremos llevar más o menos material con nosotros mismos, distribuyendo el equipaje a lo largo de la bicicleta, lo más aerodinámico posible.

La modalidad de Bikepacking, recomendable para viajes cortos, es la más minimalista y aerodinámica, contando con la posibilidad de llevar la tienda en la alforja de manillar y las varillas repartidas en la alforja del cuadro, si no cupieran en la misma. Mientras que con la modalidad de cicloturismo con alforjas podemos realizar viajes más largos contando con más espacio para llevar la tienda en una de estas o encima de ambas.

Tipos de Tienda

Dependiendo la modalidad de camping que vayamos a practicar es recomendable un tipo de habitáculo u otro. Las carpas, toldos o refugios no implican riesgo de prohibición al ser considerados una protección más que para pernoctar.  Pero si lo nuestro es explícitamente la acampada libre, entonces deberemos tomar una serie de precauciones como riesgos, ya que en España por ejemplo, está terminantemente prohibida salvo en lugares habilitados para ello. Así que, si no queremos exponernos a una sanción, deberemos escoger muy bien el lugar, el color y el tamaño.

Podríamos englobar los tipos de tienda en 4 tipos; carpas o toldos, refugios, tiendas y a la intemperie o en establecimientos.

Las carpas o toldos vendrían a ser una de las modalidades más ligeras, ya que no implica mucho más material que una lona para cubrir a modo de techo y otra lona para aislarnos del suelo.

Los refugios pueden ser edificios abandonados para pernoctar protegiéndonos del entorno o pequeñas tiendas con apertura sin puerta, ideal para días de playa o picnics en el campo.

Las tiendas oficialmente reconocidas y utilizadas para pasar la noche en cualquier lugar, las pueden haber de varios tipos, con cubre tiendas para aislarnos del frío o del calor, con la opción de montar la tienda sin cubre tienda para no tener excesiva calor pero sin dejar de estar aislados del entorno, especialmente en una zona con insectos, como mosquitos. La ventilación es importante para transpirar durante la noche y el espacio recibidor entre el cubre tiendas y la entrada de la tienda para ventilar los zapatos o algunos utensilios sin el peligro que se mojen en caso de lluvia, ni que queden a la vista fuera de la misma.

La opción de dormir a la intemperie o en establecimientos como albergues, establecimientos o edificios abandonados improvisados para pernoctar, constaría únicamente de una esterilla y/o saco de dormir.

Tamaño de la Tienda

El tamaño recomendable dependerá de cuantas personas harán uso de la misma. En el caso de una o dos personas, el tamaño recomendable será siempre para dos personas, ya que en caso de ser un solo viajero podremos contar con el espacio necesario para una persona y guardar el equipaje dentro de la tienda mientras pernoctemos, en el caso de ser dos personas podremos valorar la opción de una tienda para 3 para no estar demasiado justos con el equipaje.

Color de la Tienda

Si la modalidad o uso de la tienda será como refugio o día de playeo, nos dará igual el color, especialmente si se trata en casos de ser vistos. Pero, especialmente en acampada libre, por los riesgos legales que conlleva en algunas zonas para camuflarnos con el entorno sin ser percibidos, tanto por otros individuos ajenos como para pasar desapercibidos respecto al resto de fauna de la zona, escogeremos colores suaves y apagados como verdes, grises, etc. Evitando los colores chillones como el amarillo, naranja o rojo.

Ubicación de la Tienda

Cuando se acerca la hora de acampar, habrá que tener en cuenta, si es posible, con un par de horas de antelación la zona por la que vayamos a terminar la jornada  si contamos o hemos planificado los posibles refugios que podamos encontrarnos o hay que improvisar. En tal caso, empezar a ubicar un lugar, por lo menos una hora antes de la puesta del sol para empezar a buscar lo necesario para pernoctar, como provisiones y un lugar apartado. La ubicación ideal lo más discreta y apartada posible de la civilización, a ser posibles en una zona alta respecto a posibles pasos del resto de personas o animales, para evitar la facilidad de ser percibidos por estos. Evitar, también, alumbrados blancos a no ser que tengamos la seguridad de no ser vistos, apagarlo si así fuera, sustituyéndolos por luces más tenues como el color rojo. Y tener en cuenta, acampar si es posible, en una zona opuesta a la salida del sol al día siguiente, para que los primeros rayos del sol empiecen a darnos calentarnos y/o secar la tienda desde primera hora del día.

Calidad – Precio

El precio y la calidad son algo que suelen ir de la mano, lógicamente los materiales de mayor calidad (aparte de proporcionalmente al tamaño de la tienda) serán más caras. Desde las más baratas de la marca Arpenaz o Quechua, hasta las marcas de gama media-alta como NaturHike o Coleman, entre otras. Los precios pueden varias desde los 25-50€ hasta los 150-400€, respectivamente. En función de las necesidades y el uso que le vayamos a dar, serán recomendables unas u otras.

Iniciación

Para iniciarse en la acampada, antes de lanzarse a la aventura es recomendable unos conocimientos básicos de que hacer y cómo ir preparado, para afrontar ciertas adversidades como un juego divertido, leer bastante sobre la experiencia de otros viajeros y, finalmente, lanzarse a la aventura para coger práctica y experiencia. No tener miedo sobretodo, actuando con lógica y precaución en todo momento no hay de que temer. Pensar que son las habilidades por naturaleza que nuestros ancestros adquirieron para sobrevivir en la naturaleza antes de que la ciencia progresara al confort actual. Algo muy necesario, para no olvidarnos de dónde venimos y hacia donde saber donde queremos ir.