Algunas rutas aventureras cuentan con sellos turísticos para avalar el paso o la peregrinación por dichas zonas, como es el caso de la credencial del Camino de Santiago, con la cual avala la entrega de la Compostela en la oficina del Peregrino en la Rua Carretas (debajo de la catedral de Santiago y el antiguo Hospital de Peregrinos, a 100 metros de la policía local), o el Salvoconducto del Camino del Cid, con su respectivo pergamino de aventurero.
La Compostela requiere haber recorrido, por tramos o del tirón, haber sellado al inicio y al final de cada respectivo tramo diario, contabilizando específicamente los últimos 100km a pie o a caballo (entre Sarria y Portomatín) y 200km en bicicleta (desde Ponferrada).
El Salvoconducto del Cid, por su cuenta, requiere avalar 4 sellos diferentes de cada una de las provincia de la ruta, a pie, Btt-Mtb, Cicloturismo, en moto o cualquier otro vehículo de motor de 4 ruedas. En la página web del Consorcio hay más info detallada de cualquiera de las modalidades con mapas cartográficos y App para móvil.
También, la APAC (Asociación Protectora de Animales del Camino) gestiona independientemente la credencial y Compostela caninas para quienes decidan perregrinar junto a sus animales de compañía. Antes de la llegada a la plaza del O’bradoiro se debería avisar mediante teléfono o WhatsApp a la APAC, al numero que indican en su web, para coordinar la entrega de dicha Compostela canina.
Esto no deja de ser una iniciativa para incentivar el turismo rural e histórico, a través de rutas marcadas previamente a lo largo de los años. Lo cual, es una buena manera de iniciarse en recorrer cualquier tipo de ruta o aventura que incentive el espíritu aventurero. Pero, realmente, el sellado y la planificación de los tramos es algo más turístico – comercial que ayuda a facilitar la aventura para los aventureros más inexpertos o agendados sin margen de error. Por lo cual, cualquier ruta puede ser considerada como un reto personal de superación sin necesidad de que sea una ruta ya conocida, histórica, promocionada o ya descubierta.
Para discernir el verdadero espíritu aventurero libre, hemos de preguntarnos si necesitamos un sellado, credencial y documento que reconozca nuestra andadura o simplemente es suficiente con la satisfacción propia y personal de haberlo recorrido.
En algunos países la certificación de una travesía milenaria complementa la experiencia en el currículum profesional, aunque no tenga nada que ver con la carrera profesional, precisamente porque complementa el desarrollo de la formación.
Una certificación que, actualmente, cada día es más autónoma con la integración de las RRSS bien gestionadas, sin la necesidad de contar específicamente con una certificación oficial de terceros, en todo caso como algo adicional, al poder demostrar de primera mano el contenido que compartamos.
El contenido que se comparte en RRSS
es un reflejo de las virtudes y/o defectos de cada usuario.
#ReflexionesNinja
Entre la documentación y los mapas, es recomendable también llevar un diario de ruta para ir anotando nuestros pensamientos, reflexiones, ocurrencias, recorrido, vivencias, etc. Algo que en un futuro nos servirá para revivir desde nuestra mecedora y transmitírselo a futuras generaciones.
El disfrute de un viaje empieza desde la planificación, si no contamos con tiempo suficiente hay agencias que nos ayudan a planificarlos, aunque hay que tener en cuenta que el presupuesto será infinitamente superior a lo que podría costarnos si decidiéramos planificarlo por nuestra propia cuenta, ya que el tiempo y los conocimientos tienen su precio. No obstante, si podemos sacar tiempo o disponemos de él, podremos averiguar el disfrute de planificar una ruta con sus puntos de interés, material, equipaje y avituallamiento necesarios, reviviendo en nuestra mente una manera de focalizar los retos que ayuda a materializarlos poniéndole fecha y mentalizarnos para su disfrute (también aplica para cualquier otra tarea cotidiana).


Después de cuatro caminos certificados oficialmente y dos caminos extraoficialmente, cada vez siento menos la necesidad de obtener la validación ajena y más de llenar mi espíritu con lo que me gusta hacer en mi tiempo libre; en bici, caminando, con perro o todo junto.
Gracias al camino he aprendido, no solo a conocer el entorno, sino a conocerme mejor porque, efectivamente, el hábito hace al monje y la sociedad moderna ha llegado un punto que espera estar preparada para hacer algo, en lugar de prepararse haciendo algo. Esa es, pienso yo, la gran lección de la vida y la metáfora del camino.
Si necesitáis ayuda o asesoramiento con la planificación de vuestro viaje, podéis escribirme a través del formulario de contacto, no os voy a resolver ni a reservar la vida como hacen otros, ni mucho menos os voy a «sablar» por ello. Simplemente os ayudaré a planificar la mejor alternativa que se ajuste a vuestras necesidades e informandoos de todas las opciones para que aprendáis a improvisar la mejor experiencia posible.
Actualización Enero 2025: La organización de Caminos Naturales ha lanzado un pasaporte para sellar en las oficinas de turismo próximas a cada respectiva via verde y camino, en colaboración con la red de ferrocarriles antiguos, para incentivar el uso de antiguas vias ferroviarias recicladas como vias verdes. Para ello, ponen de manifiesto un pan de actuaciones, tanto inicial como de mantenimiento de las mismas.
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